jueves, 8 de abril de 2010

4 rasgos de la Edad Media

El primer rasgo de este período es la desintegración de la unidad política y territorial alcanzada en tiempos del Imperio romano, consecuencia directa de su crisis política. El Imperio había alcanzado su máxima extensión hacia el año 120 d. de C., y a partir del 300 había comenzado a decaer, a causa de

a. Pérdida del sentido histórico, lo que llamaríamos la mística. Los últimos emperadores intentaron recuperarla, especialmente Constantino, a través de la legalización del Cristianismo, pero ya era tarde.

b. Mala administración del Imperio.

c. Ingreso paulatino al territorio del Imperio de poblaciones que migraban desde el norte de Europa.

El territorio Europeo quedó transformado ya a fines del siglo IV d de C. en una serie de territorios muy reducidos.


El segundo rasgo de este período es la preponderancia de la Iglesia en la vida social, económica y cultural. Fue, de hecho, la única institución que continuó funcionando tras la caída del Imperio Romano. En sus manos quedaron las actividades relacionadas con el estudio, las humanidades y la cultura. En sus monasterios, muchos de ellos construidos en lugares poco accesibles para la gente común, se concentraba la cultura, los textos clásicos, y la enseñanza. La teología era la disciplina más importante y la más estudiada, pues servía de base para la preparación de los sacerdotes.

El monopolio cultural y de las ideas permitió a la Iglesia influir en toda la sociedad de manera absoluta hasta el punto que el principio básico que sustentaba a toda esa sociedad era Dios. Además, se cultivaban las matemáticas, la filosofía y la literatura, casi siempre desde un planeamiento religioso. Fuera de los monasterios, la inmensa mayoría de la población era analfabeta.



El tercer rasgo de la Edad Media es que fue una sociedad autárquica. Como hemos dicho, era una sociedad recluida en un territorio, volcada sobre sí misma. Eso en gran medida era resultado de la inseguridad que existía para los comerciantes en los caminos y lugares, y de la pérdida de las rutas comerciales. Si no hay un comercio de alimentos o herramientas o materiales, no hay dónde adquirir esos productos, por lo que durante el feudalismo el consumidor debe ser al mismo tiempo el productor.



El cuarto rasgo de la Edad Media: era una sociedad estamental. La principal característica del feudalismo fueron las relaciones que había entre las personas, las relaciones sociales. La gran mayoría de la población era pobre, no poseía instrucción, y había sufrido desplazamientos o catástrofes colectivas o familiares importantes. Es una época de desorden público, de conflictos, de pestes y enfermedades sin cura. Es además, una época de gran religiosidad. La gran mayoría del pueblo teme a Dios, al juicio final, y al Infierno. En las clases sociales altas sucede algo similar. De hecho, los privilegiados y aristócratas aportan grandes sumas de dinero a la Iglesia, buscando con ello pagar las indulgencias y ganar la vida eterna del alma tras la muerte del cuerpo.

Toda esa ignorancia de los más humildes de la sociedad, unida a la carencia material y a las crisis del período a nivel social, económico, político, tuvo como resultado un tipo de relación muy particular entre las clases sociales.
Al interior de la clase privilegiada, nobles y hombres libres, se producían relaciones de vasallaje. Entre la clase privilegiada y la clase campesina se producían relaciones de servidumbre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario